domingo, 1 de febrero de 2009

Tendencia a lo perfecto

Cada vez que leo alguna revista frívola, o en el diario, o en la televisón, veo con la fuerza que entregan imágenes que invitan a una vida feliz y placentera, por medio de la obtención de la belleza, el glamour, osea en resumidas cuentas de la perfección.
El bolso perfecto, el sabor perfecto, la casa perfecta, la vida perfecta, que deben estar incluidas dentro de la sociedad y los estándares.
Y si uno no participa de este mundo perfecto?. Personalmente creo que participo en un 40% de esta perfección, tengo salud y trabajo estable. Pero puedo extrapolar que en otras facetas de mi vida también busco la perfección, aunque me doy permisos especiales en la comida, los amigos y el desorden.
Lo perfecto no es sinonimo de los bueno, ni de lo feliz, ni de lo placentero, pero de todas maneras me doy cuenta que lo busco y me enrredo, me atrófio, me mareo y me canso demasiado en buscarlo, y cuando no lo quiero conseguir soy mucho mas feliz, cuando soy simple, cuando me contento porque aqui en el desierto hago vivir y crecer una planta nueva; hasta que empiezo a pensar en el jardín gigante que deseo y me frusto al no poner ni siquera el esfuerzo en lograrlo. Sí, también tiendo a la perfección.