jueves, 18 de marzo de 2010

Terremoto 27-02-2010

Con epicentro en Cobquecura, el terremoto vivido el dia sábado 27 de febrero del 2010, en Chile, fue un acontecimiento, que significó para mi, uno de los eventos más impactantes de mi vida.
El daño, las muertes, el maremoto, el horror, la angustia, el miedo, la histeria, el stress, la desesperación fueron la tónica experimentada.
También el hecho de entender gráficamente, que ante la naturaleza, somos nada más que seres inferiores, y que es tan efímero el dinero, las joyas, los muebles, la loza, los recuerdos tangibles, los electrodomésticos, los vehículos, las cosas.
Asi de un día para otro puedes pasar de tenerlo todo a no tener nada, y que lo más impresindible es satisfacer las necesidades básicas: AGUA, LUZ, COMIDA, CALOR.
Con eso vivimos, nada de lo externo nos sirve, ni la redcompra, ni los videojuegos, ni computadores, ni hervidor electrico, ni celular.
Sólo las cosas simples, las más simples provocaban la sensación de tranquilidad, de control, de bienestar.
Y aunque lo peor de la angustia y la histeria se hicieron presente, las miles de caras del afecto y ayuda dieron paso a preocuparse del otro, a saber si estabas bien o mal, a dejar la rutina por algo mucho mas enriquecedor que es sentirse útil para los otros.
No se hoy cuanto se demorará reconstruir, parar el país, seguir avanzando, solo se que quiero deshacerme de todo lo que me pesa en la espalda y en el bolsillo y poder vivir en armonía entre la sociedad y la naturaleza, sólo si ella me lo sigue permitiendo.
Fuerza Chile

jueves, 11 de febrero de 2010

Heme aqui

Heme aqui, en casa, triste. Un nuevo precipicio me atrapa.
A pesar de muchas cosas buenas, me escondo y no me dejo ver, me enrollo como caracol, me desaparezco.
No se tampoco porque solo en un lugar y con una sola persona me siento tranquila y contenida; protegida, querida, feliz.
Estos cambios hormonales que hoy tengo enrredan mi cabeza, mis ideas y mis pensamientos. Que claridad tengo en mi futuro, si mi presente no tiene razón ni fuerza.
A la deriva nuevamente pero de una forma tan inesperada. Nado pero nunca llego, floto, miro a mi alrededor, me ahogo.
He sido vencida...otra vez.