sábado, 31 de diciembre de 2011

Vísperas de 2012.


Se acaba este año 2011, año en que fui crucificada a la misma edad de Jesucristo. Fui condenada a los 33, quizás lo merecía, quizás es para pagar los pecados de esta vida, o de mis otras vidas.
A pesar de todo el apoyo familiar, de mis amigos y conocidos, estoy sola en esto. Quizás mis hormonas no me dejan ver lo lindo y querible de mi "estado". En algunas oportunidades siento ese cariño, pero me auto-boicoteo.
Y la vida sigue, y aún no concreto tantas cosas pendientes. Me da miedo todo lo que viene, me da angustia, la que tengo ahí, bajo 7 llaves, ya que aún no soy capaz de aceptar este error, esta equivocación. Yo se que no soy ni la primera ni la ultima, y como siempre saldré adelante.
Pero me arde el interior, la envidia me corroe y no estoy disfrutando nada.
Se viene el acabo de mundo, pienso que así será, soy demasiado responsable. Debo ser fuerte, pero este traje de autosuficiente, ya no me queda.